Luego
de muchas atenciones y cuidados para su recuperación de la maternidad,
nos establecimos nuevamente en La Playa de Belén a finales de enero de
1955, donde al fin sentamos cabeza hasta 1972, año en el cual la familia
se trasladó a Cúcuta para 1962 termina la cosecha, la naturaleza
pródiga dijo no más y Benjamín y Úrsula acogieron
esta sentencia recontando y nombrando una a uno: Ana Diva, Sigifredo, Javier,
Tarcisio, Orlando, Cecilia, Tomás Alberto, Rosalba, Torcoroma, Imelda,
Gustavo, César y Yaneth. A pesar de las
limitaciones propias de una vida modesta, edificamos caminos sin turbias nostalgias.
Desde esa dimensión de vida, nuestro hogar estuvo siempre rodeado de un
espíritu alegre y de cosas sencillas, alrededor de la mesa y del agasajo,
por uno u otro motivo. Siempre solidarios frente a cada evento o necesidad. Disfrutamos
las cosas simples. Todos sumamos originalidad, sumamos vida, valores, unión,
alegría y en ese sumar hemos construido un tejido, con las costuras y puntadas
iniciadas en la SASTRERÍA "LA ÚNICA" de estos padres, donde
laboraron incansablemente para levantar con dignidad esta gran parvada. Esperamos
que ni el tiempo, ni las circunstancias, desamarren lo que está construido". En
la Fotografía de la derecha tomada en el año 1973, Don Benjamín
Claro Ovallos acompañado de sus hijos Sigifredo, Cecilia, Gustavo, Orlando
y Alonso Sánchez. |