Los cincuenta de Beto
Por Alonso Velásquez Claro (Nano)

Nunca se lo dije, mi querido Beto,
pero creo que es esta la ocasión propicia
para reiterarle mi profundo afecto,
mi cariño eterno, mi amistad sentida.

Desde nuestra infancia y después del colegio
fuimos construyendo cada quien su vida:
Usted por su lado buscando otros puertos,
yo remando a ciegas, buscando otra orilla.

Pero en todas partes y en todo momento
fuimos consecuentes en cierta medida,
con el dulce pacto que impone el recuerdo
de reconocernos en cada rutina.

Siempre ha manejado usted los talentos
que un día le heredara su vieja querida:
afable en el trato y siempre dispuesto
a entregarle a todos su mano extendida.

De Don Luis, su padre, heredó el respeto
y la justa fama que el honor inspira
por eso sus actos siempre están marcados
por la honestidad que la conciencia dicta.

Hoy, a cincuenta años de su nacimiento,
que el Dios de los nuestros benigno me asista
para recordarle a través de mis versos,
que en mi tiene un alma que nunca lo olvida…

Girón, Noviembre 27 de 2009